DE UN MUNDO RARO
Por Miguel Ángel Isidro
De acuerdo con los textos de Plutarco, el emperador Julio César había sido advertido por un vidente de un grave peligro en su contra durante las festividades de los Idus de Marzo; que conforme al calendario vigente en aquellos tiempos (año 44 AC), correspondían a la celebración de la primera luna llena del año.
Llegado el día del funesto presagio, desestimando la advertencia, el emperador se preparó para asistir al Senado. En su camino se encontró al vidente, a quien hizo notar su optimismo.
“Los Idus de Marzo han llegado”, afirmó Julio César, mostrando aplomo. “Sí, pero no han terminado”, replicó el oráculo. Poco más tarde, el Emperador Romano caería asesinado, víctima de una conspiración.
Hago referencia al episodio para hacer notar el clima político, social y económico prevaleciente en México al llegar al cierre del primer trimestre del año 2020.
Se avizora un escenario complicado, con una combinación de factores internos y externos.
En lo interno, vemos cómo la polarización ha ido paulatinamente saliendo del entorno mediático para trasladarse al terreno social. La dinámica referente al Día Internacional de la Mujer y el paro femenil convocado para el 9 de marzo y la forma en que el gobierno de la 4T ha hecho frente a la misma dan muestra clara de ello: sociedad y gobierno caminando en sentidos opuestos; con acusaciones desde ambos frentes; y un presidente obstinajdo en mantener su propia agenda y negado a la posibilidad de que reclamos emergentes le ganen el protagonismo mediático.
En el escenario global se dibuja una suma de factores que difícilmente se puede atribuir a teorías conspiracionistas de índole doméstico. ¿Qué grupo o liderazgo local tendría alcance suficiente para sembrar una crisis sanitaria internacional y el eventual desplome de la economía internacional?
La irrupción del coronavirus ha planteado una problemática que va más allá de la contingencia estrictamente sanitaria. Se avizora un énfasis a la capacidad de cada nación no sólo para atender un problema de salud, sino también sobre la factibilidad de que los sectores público y privado sumen acciones y recursos para enfrentar una natural contracción económica, como consecuencia de una drástica reducción de actividades en la economía asiática; la más importante del mundo en materia de producción y consumo.
Hace un par de semanas, se dio a conocer que la paraestatal al Petróleos Mexicanos cerró el año 2019 arrastrando pérdidas financieras del orden de 35 mil millones de dólares. Ello, a pesar del combate al llamado huachicoleo y a los programas encaminados a la reestructuración financiera de la principal fuente de recursos públicos. El asunto pega directamente en la capacidad del gobierno para financiarse.
La segunda semana de marzo inicia con una caída del 30% en los precios internacionales del petróleo, como resultado de la negativa de los países altamente productores del hidrocarburo a reducir su producción ante la drástica baja en la actividad comercial de tres continentes por la crisis del coronavirus. El entorno de desconfianza creado por ésta guerra de precios provocó la caída de los mercados internacionales, y de paso, el peso mexicano registró su peor caída ante el dólar desde 2016, tras la elección de Donald Trump, superando la barrera imaginaria de los 21 pesos por unidad.
Sin duda alguna, la economía, junto a la seguridad, han sido las dos asignaturas que mayormente se le han complicado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mismas que han tenido una particular incidencia en la reciente baja en los índices de aprobación del mandatario mexicano.
Un común denominador en ambos temas es la confianza ciudadana. Cuando se carece de confianza en materia de seguridad, las actividades de contraen, baja la inversión e incluso la gente se muestra renuente a gastar o invertir.
Cuando el entorno no ofrece señales claras, los grandes capitales muestran reservas; los proyectos de inversión de aplazan y se mide al máximo cualquier movimiento riesgoso.
Existen momentos en que la prudencia adquiere un valor superior. Sin embargo, a pesar de las evidencias de que el modelo de comunicación de AMLO ya está mostrando señales de desgaste; que más allá del pretendido “diálogo circular” se ha caído en el reiterado intento de imponer un discurso, de informar selectivamente o minimizar los temas de interés nacional.
Al Presidente le vendría bien un pequeño reposo en su dinámica, pues parece apostarle todo a sus habilidades retóricas, mismas que, como de ha visto, no son del todo infalibles.
Hasta las series más exitosas se administran en temporadas, para garantizar una mayor atención a la audiencia…
Y habría que recordar que, parafraseando a los clásicos: “Los Idus de Marzo… no han terminado”.
Twitter: @miguelisidro
SOUNDTRACK PARA LA LECTURA:
America (Estados Unidos)
“Political poachers”
-Juan Luis Guerra (República Dominicana)
“El costo de la vida”
-Muse (Inglaterra)
“Uprising”
-Chemical Brothers (Inglaterra)
“Out of control”
-America – Political Poachers