TRES DE TRES
Para Mariana, que pronto encontrará su tierra prometida
Los siguientes párrafos enmarcan la tercera etapa del concepto de la tierra prometida en la obra de Bruce Springsteen. Sin embargo, aun cuando la selección de canciones se hizo con base en la mención y evolución del concepto, hay más que abordan, en menor medida, la idea que se ha planteado en las entregas anteriores. Mención especial merecen los álbumes Lucky Town (1992), Devils and Dust (2005) y The Ghost of Tom Joad (1995), que merecen su propio análisis, sobre todo el último, que trata el tema de la inmigración a través de la frontera entre Estados Unidos y México.
El nuevo milenio fue recibido con la reunión de la E Street Band, los músicos que acompañaron a Springsteen desde su primera producción hasta el Born in the USA. La canción que marcó el regreso a la alineación clásica fue “The Land of Hope and Dreams”, que sólo fue interpretada durante la gira 1999-2000 e incluida en el disco Bruce Springsteen & the E Street Band: Live In New York City (2001); sin embargo, la versión de estudio vio la luz hasta el 2012 como parte del Wrecking Ball. Asimismo, esa canción marcó la última participación del saxofonista de la E Street Band, Clerence Clemons “Big Man”, que falleció en 2011 a causa de un accidente cerebrovascular.
La canción inicia desoladamente cuando un hombre le dice a su pareja que prepare su equipaje y tome lo que pueda para abordar el tren que la llevará a un lugar desconocido donde el tren correrá “a través de los campos que el sol recorre”, que esa será la tierra de las esperanzas y los sueños. En ese tren viajan todo tipo de personas (Well, this train carries saints and sinners / This train carries losers and winners / This train carries whores and gamblers / This train carries lost souls), y cualquiera se puede subir a ese tren. Atrás han quedado los días de pena, ya que el destino será mejor y recompensará el esfuerzo. El autor aún no habla acerca de la naturaleza del destino más que con abstracciones, como lo es el mito bíblico de la tierra futura en el reino de los cielos. Sin embargo, incluye algunas pistas históricas.
Como se dijo en las entregas anteriores, el ferrocarril fue el principal medio de transporte al interior de Estados Unidos en el siglo XIX, que a su vez fomentó la colonización del Oeste después de la Guerra Civil (1861-1865) e incluso hasta el denominado “cierre” de la frontera, en 1892. Si situamos la canción de acuerdo a lo que plantea Springsteen, podría tratarse de una familia de la costa Este arruinada por la guerra o de inmigrantes que se establecieron en primera instancia en la costa atlántica o el medio Oeste pero buscan mejorar sus condiciones de vida; del mismo modo, desde un punto de vista literario, el tren continúa siendo una analogía de ese intento por buscar algo mejor y complir con las aspiraciones que se tienen. Juntando el punto de vista histórico con el literario, Bruce Springsteen hace una constante apología por la formación poblacional de Estados Unidos a través de la inmigración.
La materialización del concepto cae en “American Land” del 2012, donde sin mencionar la tierra prometida como tal habla de las características que menciona en las otras canciones (Gold comes rushing out the rivers straight into your hands / When you make your home in the American land). La idea de una tierra rica tuvo mayor auge en 1849 tras el descubrimiento de yacimientos de oro en California, cuando ya formaba parte de Estados Unidos. La naciente industria de la publicidad europea se encargó de fabricar el andamiaje visual para que invitar a las familias a que colonizaran esa parte del mundo, o como se decía en aquellos años, que fuera a “hacer la América”. No obstante, la canción de Springsteen advierte que si bien hay un ”tesoro” en esa tierra americana, es sólo para los hombres trabajadores. Muchos de los inmigrantes que llegaron a ese territorio parecen haber desobedecido esa parte, ya que el trabajo duro no pareció ser para todos y terminaron abortando la misión de “riqueza”
De igual forma, el autor reconoce la participación de distintas nacionalidades y condiciones en la construcción de Estados Unidos, un lugar común dentro de las narraciones históricas de la década de los sesenta para acá (The McNicholas, the Posalskis, the Smiths, Zerillis too / The Blacks, the Irish, Italians, the Germans and the Jews / They come across the water a thousand miles from home / With nothing in their bellies but the fire down below). La idea de Estados Unidos como una nación rica en la que se puede hacer fortuna con base en el trabajo duro continúa más latente que cuando Springsteen escribió esas letras. Más allá de la riqueza material, el territorio es percibido por los migrantes como un lugar de esperanza, al que ni las más inclementes leyes en contra de los extranjeros parece apaciguar. Guste o no, para algunos, Estados Unidos sigue siendo esa house on the hill a la que muchos aspiran, ya sea como metáfora o realidad.