POR: EDUARDO CHÍCHARO URRUTIA

Una nueva reforma constitucional se perfiló esta mañana durante la mañanera del presidente López Obrador, esta vez se trata de una propuesta de Reforma Electoral que se planea enviar al Legislativo para su aprobación.

En una concurridísima conferencia matutina en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el presidente López Obrador junto con el coordinador de la bancada morenista en San Lázaro, Ignacio Mier, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, se anunció la que será la nueva empresa de los legisladores morenistas.

De acuerdo con el propio secretario de Gobernación, la iniciativa es resultado de los trabajos que emprendieron Horacio Duarte, titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México, Pablo Gómez Álvarez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, además del propio Adán Augusto. Sucintamente la iniciativa de ley propone reformar nuestro sistema electoral para poder “abaratar los costos de la democracia”.

¿Esto qué quiere decir?

Concretamente, la iniciativa de ley establece que el Instituto Nacional Electoral (INE) dejará de existir para, en su lugar, dar paso al Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC). Además, pretende eliminar la figura de los diputados plurinominales, es decir, aquellos que son electos mediante el voto popular en los respectivos distritos electorales, sino por el porcentaje de la votación nacional que recibieron los partidos.

También llamados legisladores, diputados y senadores, “de lista”, son electos a través de una lista que elaboran los partidos con personas que puedan integrar el Poder Legislativos. Con base en dicha lista y con base en el porcentaje de votos que reciben los partidos a nivel nacional. Dicha figura se introdujo durante los tiempos en que el PRI ocupaba todos los escaños en ambas Cámaras y prácticamente todos los espacios del poder político.

El objetivo de crear la mencionada figura era que, no importando si en cierto distrito electoral los partidos de oposición no conseguían ganar curules, éstos aún tenían oportunidad de conseguir espacios de representatividad en el Legislativo si su votación nacional era significativa. En pocas palabras, permitió que la oposición, entonces al PRI, tuviera voz en el Congreso de la Unión.

Por otra parte, la iniciativa reduce el número de consejeros electorales de 11 a 7, además de que éstos serán electos a través del voto popular, como si fuese un cargo de representatividad más. De acuerdo con Claudia Valenzuela, consejera electoral del INE, dicha medida sería contraproducente dado que abre la puerta a que los postulantes se valgan de estructuras partidistas para conseguir mayores volúmenes de votos, comprometiendo su imparcialidad.

Dado que la iniciativa pretende reformar la Constitución, ésta requiere de dos tercios de los votos de la Cámara de Diputados para poder ser aprobada, es decir, 333 votos. Morena y sus aliados del Partido del Trabajo y del Partido Verde apenas reúnen cerca de 277 votos, lo que se traduce en que tendrán que negociar los 56 votos que le restan para pasar la reforma.

Aún falta un largo trecho para que la iniciativa de reforma electoral se vote en el pleno de San Lázaro. Pero el panorama luce desfavorecedor en el Poder Legislativo, tan sólo en semanas previas, la oposición vetó la iniciativa de reforma eléctrica que el Ejecutivo mandó al Pleno.

Esperemos a ver cómo se desarrolla el debate parlamentario en San Lázaro y cuáles serán las negociaciones entre las bancadas al interior de la Cámara. Todo ello durante el Periodo Ordinario de Sesiones, que inicia el próximo 1º de septiembre.


Eduardo Chícharo Urrutia

Deja un comentario

0
    0
    Tu carrito
    Tu carrito está vacíoRegresar para ver