Foto de Milada Vigerova en Unsplash

Por: Lorena González

Estaba a dos pasos de ti como único testigo de tu caída. Inmóvil, te observé como en cámara lenta y aún no entiendo cómo tus brazos se estiraron hacia el piso, pero los míos no te alcanzaron, creo -incluso- que ni siquiera se movieron.

Y ahí estaba de nuevo la siempre puntual y recurrente culpa. Mi papel de madre condenado por mí misma, preparado para la siguiente sentencia: la social.

Te pegué a mí en un intento inútil de trasplantar tu dolor a mi pecho, solo alejé mi rostro del tuyo para dimensionar el daño, para decidir el siguiente paso; pero lo cierto era que yo necesitaba seguir junto a ti, calmándome más que calmándote.

Tengo dos años y medio de experiencia en este puesto sin paga llamado maternidad y hasta hoy puedo describirlo como un ininterrumpido proceso de emocionarse a niveles inefables. Todo se percibe brutalmente, amor, miedo, alegría, cansancio, ilusión. Todo.

Tú ya estabas jugando y yo no dejaba de sentir el estómago hecho nudo con el alma. Como si no creyera que todo estaba bien más allá de un buen golpe en la frente como seguramente tendrás varios durante tu vida. Es eso justamente lo que no me suelta, la conciencia de que conmigo o sin mí vas a sufrir. Es un hecho y yo, nadie, solo tu mamá.

Tu existencia ha revelado mi animalidad. Te amo ferozmente en el sentido de la palabra que refiere intensidad, enormidad y grandeza, pero eso no basta para evitar que algún día me menciones en terapia, en desveladas con tus amigos o en momentos de vulnerabilidad con tu pareja. ¿Qué sé yo de trazar una vida?

Hace unas horas escribía un proyecto de trabajo sobre “el éxito” y otra vez mi mente volvió a ti, pensé en el futuro, en la carga que todos ponemos sobre los niños esperando equis o ye, imaginando a nuestros bebés convertidos en “grandes personas”, lo que sea que eso signifique.

Pensé en cómo hemos prostituido el concepto éxito y la forma en que cambia con cada generación. ¿Prestigio, poder, solvencia, libertad, salud? Nadie tiene la definición absoluta, solo confío en que tu búsqueda siempre te lleve a sentirte bien contigo y a ser tú la persona que te abrace cada caída.

IG y FB: @latexteriamx / latexteria.com.mx

Deja un comentario

0
    0
    Tu carrito
    Tu carrito está vacíoRegresar para ver