“Cuando le puse a uno de mis hijos Fidel, mi madre me dijo: ‘Es un nombre un poco fuerte para un niño’. Y le respondí: ‘Madre, mira lo que me hiciste a mí”
Su padre era un funcionario público que días previos al nacimiento de su primogénito leía República, de Platón. Siempre con ideas de izquierda, Sócrates estudió medicina en la Universidad de Sao Paulo y se doctoró en 1977, su grado educativo era notablemente mayor a la de cualquier futbolista de esos años.
Hace once años, el 4 de diciembre de 2011, terminó la vida de “El Doctor Sócrates”, el célebre jugador brasilero también llamado “el demócrata del futbol”.
Jugó dos mundiales, en el primero comandó a la fantástica selección de Brasil en España 1982, equipo que cayó ante la selección que terminaría como campeón de ese mundial, la Italia de Paolo Rossi y Dino Zoff. Para 1986, Sócrates usó bandas blancas en la frente en donde se leía: “México sigue en pie”, en apoyo a las víctimas por el terremoto de 1985; también se colocó otra con la leyenda. “People need justice”.
En 1964, cuando tenía 10 años, el interés político de Sócrates fue sembrado en él cuando pudo ver que su padre quemaba libros por miedo a ser detenido durante el golpe de estado que instauró la dictadura militar de Castelo Branco.
Intelectual, activista y luchador por la democracia, Sócrates encabezó un movimiento contra el autoritarismo de los clubes, un reflejo de lo que ocurría en Brasil. Como jugador del Corinthians, protestó contra la dictadura dentro de las canchas de futbol para politizarlo. En 1982 el equipo uniformado con una camiseta que llevaba impresa la palabra “Democracia” ganó la liga. Algo que el doctor calificó como “el momento más perfecto de mi vida”.
“Para mí, lo ideal sería un socialismo perfecto, donde todos los hombres tengan los mismos derechos y deberes. Una concepción del mundo sin poder”
“Ganar o perder, pero siempre con democracia” se leía en una camiseta que alzaba Sócrates, personaje sobresaliente en la cancha, de impecable juego aéreo, de barba inconfundible y de potente tiro cuando saltó a la cancha del estadio Pacaembú, cuando se disputaría la final del torneo paulista de 1983, entre Corinthias y Sao Paulo.
“¿Por qué causas más conmovedoras no mueven tanto como el fútbol: como los niños en la calle, los tsunamis, la miseria extrema en el corazón de África y en algunas otras esquinas, el genocidio y muchas otras?”
Corinthians se volvió el club más revolucionario de Brasil e inspirados en el movimiento político de Sócrates 40 años antes, la hinchada del club ha encabezado distintas protestas en contra del ultraderechista Jair Bolsonaro durante su mandato. Una de las más nutridas cuando Bolsonaro quería regresar a Brasil a las actividades regulares (entre ellas la futbolística) cuando el país amazónico se enlistaba como el segundo más afectado por la pandemia en 2020.
“Sócrates dijo pocos días antes de morir: ‘Las barras organizadas son de los mayores movimientos populares de Brasil, pero no son políticos y cuando ellos se conviertan en políticos las cosas van a cambiar y no solo en el fútbol'”. Son las palabras del corresponsal escocés Andrew Downie autor del libro ‘Doctor Socrates: Footballer, Philosopher, Legend’.
Un día después del aniversario luctuoso de “El Doctor Sócrates” Brasil brindó uno de sus mejores partidos en varios mundiales, una pulcra exhibición con la que venció a Corea con un inudulgente marcador de 4-1.
El maravilloso talento carioca parece regresar a las canchas mundialistas para que Brasil vuelva a ser el Brasil alucinante de otras épocas. Esta vez a través de una generación de jugadores mejor acoplados e impulsados por una de sus figuras más entronadas, el abiertamente bolsonarista Neymar Jr.
Dos meses antes, por medio de TikTok, Neymar convocó al voto a favor de Bolsonaro con la frase: “Vota, vota y confirma: 22 es Bolsonaro”.
A la velocidad con que se mueven las redes sociales, opositores al gobierno y propios seguidores de Neymar, criticaron fuertemente el soporte del ‘10’ al presidente Bolsonaro, lo que provocó su respuesta menos de 24 horas después con el tweet:
“Hablan de democracia y de muchas cosas, pero cuando alguien tiene una opinión diferente, lo atacan los mismos que hablan de democracia. Entiendo…”
Sócrates dejó de existir a los 57 años a causa de un choque séptico intestinal, probablemente en consecuencia por el exceso en el consumo de cerveza, internado en el Hospital Israelita Albert Einstein, de Sao Paulo. El mismo nosocomio en el que se encuentra hoy el rey, Pelé.
Pelé dijo que Sócrates jugaba hacia atrás mucho mejor de lo que muchos lo hacían hacia adelante. ¿Qué habría dicho Sócrates de Neymar?